Afrodita la diosa del amor, siembra la pasión en los mortales y los impulsa al matrimonio o al adulterio. Sus deseos los cumple al pie de la letra, su fiel acompañante, el alado Eros, flechando a sus víctimas sedientas de pasión.
Afrodita es anterior a los dioses olímpicos, ha nacido del impulso genesíaco del cielo (Urano) en conjunción con las aguas. Es un impulso cósmico. Y una fuerza natural primigenia, una divinidad que se reviste de una magnífica figura de joven doncella, y su grácil apariencia se rodea de una singular fascinación. A su paso florece la tierra y con ella van Eros e Hímeros, personificado luego como sus hijos, sobre todo el primero. Son los genios del impulso amoroso que reflejan los encantos de la diosa.
El impulso erótico
Afrodita encarna el impulso erótico y también el placer del sexo y del relato sexual; simboliza la fuerza de la pasión y el deleite del amor, el atractivo de la belleza y el hechizo de su posesión. Es suave y seductora por excelencia, la acompañan las Gracias y la irresistible Persuasión . Es la diosa amiga de la sonrisa, de las flores y de los jardines.
Sólo Atenea Ártemisa y Hestia, entre los dioses, se sustraen al poder de Afrodita. Hasta el mismo Zeus se deja cautivar por los hechizos amorosos. En el famoso episodio del juicio a París, el príncipe troyano elegido como árbitro entre las tres diosas: Hera, Atenea y Afrodita, concede la manzana de oro como premio a la más bella: Afrodita la diosa del amor. Ésta a cambio le concede a Helena, la más bella mujer de Grecia, lo que será el motivo de la larga guerra en torno a Troya.
La manzana, objeto cargado de simbolismo erótico, es un fruto asociado a la diosa, como también la paloma, ave emblemática de la suavidad del amor.
Las fiestas de Afrodita estaban ligadas a la sensualidad y a las flores y los perfumes, expresión de los goces naturales de la vida. La amable diosa de los jardines recibía culto en las fiestas en recuerdo de su amado Adonis, y las lamentaciones rituales por la triste muerte del favorito de la diosa.
Afrodita la diosa del amor, recibía culto en unos círculos singulares, en los que la diosa era invocada con afectuosa veneración y una amable familiaridad, en una atmósfera esencialmente femenina y privada. Es el tipo de religiosidad que conocemos por los fragmentos de los poemas de Safos de Lesbos. Allí la poetisa se dirige a la diosa invocándola repetidamente, con una personal devoción. La invita a venir en su auxilio, a favorecer sus amores, atrayendo apasionadamente a su amada, o bien participar en la fiesta nocturna en un bosque de manzanos.
Afrodita la diosa del amor
Afrodita es como los otros dioses griegos, despiadada y rigurosa en castigar a los que desdeñan su poder. Así destroza la vida de Hipólito, el casto seguidor de Artemisa, y no vacila para ello en utilizar a la apasionada Fedra. Otorga también su favor a algunos héroes, como Jasón, haciendo que Medea se enamore de él, y a Teseo, inspirando amor a Ariadna. En la pasión se revela el gran poder de la diosa.
La figura de la diosa desnuda, tal como aparece en algunas representaciones asiáticas de la diosa del amor, fue sustituida en Grecia por la de la hermosa y esbelta Afrodita diosa del amor ataviada con el largo pelo, coronada, y con brillantes collares y adornos. Pero la estatua de Praxíteles que esculpió para el santuario de Cnido la representa denuedo en su total desnudez.
Desde la época helenística Eros aparece acompañando a la diosa en forma de niño alado y travieso. Ya en época clásica la diosa se presenta acompañada por jóvenes alados, en representación de su gran poder de seducción.
En el Museo arqueológico de Atenas se puede contemplar una escultura de la diosa Afrodita acompañada de Panna y Eros. La escultura fue descubierta en la casa de Poseidoniai de Beirut en la isla de Delos. En su base inscrita establece que es un tributo a Dionisio de Beirut. Afrodita está desnuda y trata de eliminar a la Panna que ataca su erotismo. En su mano derecha, sostienen su sandalia de manera amenazante, mientras que su hijo, el dios alado Eros la trata de ayudar. La escultura es de una altura de 1.55 m.