Más allá del Olimpeion, en la ribera del rio Ilisós está el estadio Panatenaico o Kalimármaro, en el mismo emplazamiento que el estadio de Licurgo construido en el siglo IV. En dicho estadio, durante las Panateneas se celebraban algunas competiciones. El estadio tenia asientos de madera para los nobles mientras que los espectadores se sentaban en el suelo.
Herodes Ático lo reconstruyó en el siglo II d.C.,utilizando mármol esta vez y agrandándolo, le dio una capacidad de 50.000 espectadores. Fue destruido durante los años difíciles de la ocupación turca. A fines del siglo XIX, por iniciativa del benefactor griego G. Averof, se volvio a reconstruir. Se revistió de nuevo enteramente de mármol para servir de escenario a los primeros juegos Olimpicos de la era moderna en el año 1896.