Mediante las epopeyas homéricas, durante él periodos micénico, Esparta fue uno de los centros más poderoso de Grecia. Es allí donde nos lleva la historia a la bella Helena, quien de acuerdo a los escritos fue la causante de la guerra contra Troya, Helena era la esposa del señor de Esparta y hermano Agamenón, Menelao.
Del periodo micénico en Esparta sólo quedan restos. La fama de la ciudad la conocemos a través de la tradición literaria. Alrededor del año 1100 a. C. , los dóricos llegan al Peloponeso y establecen en el valle del río Eurotas cuatros comunidades: Pitane, Limnes, Mesoa y Cinosua. Esparta era una colonia que se caracterizó por mantener una original filosofía de vida, aún en los periodos en los cuales el resto de Grecia había optado por organizarse en ciudades estados. Los dóricos de Esparta dominaron en Laconia y sometieron a los mesenios a través de varias guerras, las llamadas Guerras Mesenias.
Estilo de Gobierno
Durante el periodo clásico los espartanos se diferenciaron del resto de los griegos en su forma de gobierno y en su modo de vida. El régimen espartano era oligárquico pero tenía algunos elementos también democráticos. La administración de la ciudad estaba en manos de los reyes, el Senado (Gerusía), Tesoreros (Eforos), y la asamblea (Apela)
Esparta está gobernada por dos redes perteneciente a la generación de Euriponte y de Agidai, compartían el poder controlándose el uno al otro. El Senado estaba formado por 28 ancianos de más de 60 años de edad y con nombramiento vitalicio. En él se veían los asuntos que se discutían en la asamblea de los ciudadanos, ejerciendo gran influencia en cuestiones políticas.
Los cincos tesoreros provenían de las cinco comunidades de Esparta, tenían la obligación de ejercer control sobre los reyes, y en casos de violaciones a las leyes eran también los encargados de aplicar la justicia. Los ciudadanos estaban representados por la Asamblea en la que participaban sólo los ciudadanos mayores de 30 años. La asamblea alegría a los miembros del Senado y a los tesoreros y tenía el poder para decidir unánimemente sobre asuntos de paz y guerra. El inspirador del régimen espartano y sus leyes fue Licurgo, su trabajo se localiza en el siglo VIII a. C.
El carácter de la sociedad espartana era fundamentalmente militar, debido a que la ciudad dominaba un gran número de colonias en permanente estado de rebelión. La vida de su su ciudadanos estaba consagrada al servicio del Estado y las guerras. Desde los sietes años de edad se entrenaba a los niños con severa disciplina, y de los 18 años hasta los 30 servía en el ejército, viviendo lejos de sus familias y llevando una educación militar rígida. Las mujeres eran dedicadas a la educación física y ganaban de mayores libertades en comparación con la mujer de Atenas.
Con esta filosofía de vida Esparta se convirtió en una importante fuerza militar griega a partir del siglo VI a. C. Fue la primera ciudad en oponer resistencia al ejército persa a principio del siglo V a. C. Más tarde se enfrentó a su gran rival, Atenas, lo que condujo a la llamada guerra del Peloponeso. Después de su victoria, la fuerza del ejército espartano comenzó a decaer y en el 371 a. C. fue vencida en la batalla de Leuctra por los tebanos. En el siglo III a. C. No logró evitar el dominio de los macedonios a pesar de su fuerte resistencia. En el 192 a. C. , se incorporó a la Confederación Aquea y en el 146 a. C. , fue sometida por los romanos.
La Esparta contemporánea
La Esparta contemporánea, construida en el mismo lugar de la ciudad antigua, es la capital de la provincia de Laconia. A pesar de que Esparta era una las ciudades más importantes de la Grecia antigua, actualmente se conserva muy poco de sus antiguas edificios. La vida militar de los espartanos impidió la construcción de monumentos lujosos. El comentario del historiador Tucídides es revelador en este sentido:
“Si alguna vez fuera destruida Lacedemonia y solamente se salvarán los santuarios y los cimientos de los edificios públicos, las generaciones venideras difícilmente creerán que su poder era igual a su fama”
En la actualidad a pesar del conocimiento que se tienen de varios santuarios y templos construidos alrededor de Esparta, se pueden destacar: el Santuario de Artemis Orcia, construido en el año 700 a. C., y El templo de Atenea Jalkíokos que fue construido en el siglo VI a. C.
En el lado norte de la ciudad moderna de Esparta se encuentran las ruinas de la llamada tumba de Leónidas, que según la tradición, él espartanos Leónidas se sacrificó por su patria en la batalla de las Termópilas.
A una distancia de 5 km. Aprox. Al sureste de la ciudad se decúbito un santuario dedicado a Menelao y Elena, conocido como Meneleion. Las ruinas del santuario datan del siglo V a. C. , pero en la zona se había desarrollado su culto desde el periodo micénico.
En Esparta se puede visita el Museo de Arqueología construido en 1875 – 1878. La colección de objetos de la prehistoria contienen muestras excepcionales de la cerámica de los tiempos micénicos, también es interesante la exposición de vasijas de los periodos geométricos y arcaicos. Entre la cerámica y los objetos de bronce destacan las mascaras rituales grotescas del santuario de Artemis Orcia.
Es de muy especial interés por parte de los visitante ver el torso de un guerrero que data del año 480 a. C. , y que se considera que representa a Leónidas. La muestra del museo recorre relieves, esculturas, y adornos de la época. A la vez se pueden observar armas y escudos de soldados espartanos, utensilios de adoración a divinidades terrenales como Menelao y Elena.
Esparta se encuentra a 238 kilómetros de Atenas. En un viaje de 2 horas y media se puede llegar a la ciudad pasando por las ciudades de Corinto y Trípolis. Un viaje a Esparta se debe coordinar con una visita a la ciudad fortificada de Mistra que se encuentra a 8 km. de Esparta.