La ciudad de Larisa se encuentra en la región de Tesalia, en el centro del país, esta rodeada de exuberantes valles y algunas de las montañas más imponentes de Grecia. Larisa, con una población de aproximadamente 130,000 habitantes, es una ciudad donde la historia antigua y la larga tradición en la agricultura se encuentran con la forma moderna de vivir. Al norte y al este, las montañas Kamvounia, Titaros, Olimpo ( 2,917 m.), Ossa (o Kissavos) y Mavrovouni forman un enclave natural de gran belleza. Aquí las condiciones micro-climáticas crean un hábitat ideal para la vida silvestre. El suelo de la zona también es excepcionalmente fértil: el algodón, los granos, la sandía, el melón, el tabaco, las verduras, el vino y el tsipouro son solo algunos de los productos agrícolas de esta tierra. Larisa también es el centro de la actividad económica en Tesalia con un desarrollo continuo en la industria, así como en el sector de servicios.
Historia
Según la tradición, la ciudad fue fundada por los pelasgos en el segundo milenio a. C., y al rededor del 1100 a. C., llegaron los tesalios que habían sido expulsado de sus territorios meas al norte. Durante las Guerras Médicas, Larisa firmó la paz con el general persa Jerjes y durante el siglo V a. C., alcanzó especial esplendor bajo dirección de la dinastía de los Aleia. En el 369 a. C., cayó en poder de los macedonios y en el 146 a.C., fue sometida por los romanos. En el siglo XIII d. C., se incorporó al señorío de Épiro y en 1396 fue conquistada por los turcos. Más tarde alcanzó su liberación en 1882.
Un tour por la ciudad
Caminando es la mejor forma de conocer la ciudad y no perderse de nada. El punto de partida es la Acrópolis en la colina de Agios Ahillios, el patrón de la ciudad, un lugar que ha sido habitado continuamente desde el período Neolítico. En el lugar se encuentran las ruinas del templo de Atenea. Durante el período Clásico se constituyó la ciudadela de Larissa. También se puede observar resto de un castillo medieval que fue construido por los bizantinos durante los primeros años de su imperio. Hoy en día, solo sobrevive el mercado turco del siglo XV, construido con los restos de estructuras más antiguas. En la ladera sur de la colina podemos visitar las ruinas del antiguo teatro. Cerca de este teatro, recientemente se descubrió uno más pequeño, que también es de gran importancia arqueológica. En el centro de Larisa una mezquita turca alberga el Museo de Arqueología, en el que se exponen objetos desde el Paleolítico hasta el periodo Bizantino.
Se puede pasar un día entero explorando los lugares más hermosos de la ciudad de Larisa: el parque Alkazar, que se extiende a lo largo del río Pinios (o Pineios), nos permite caminar por la rivera del río, rodeado de grandes árboles de hoja perenne, un lugar propicio para tomar un descanso cerca de pequeños estanques ornamentales. El parque también alberga un teatro al aire libre durante el verano. También poder ver las magníficas mansiones que adornan las calles de la ciudad y explorar el “Molino de Papá”, un complejo arquitectónico renovado, donde se ubicaron los antiguos almacenes. Finalmente, en las afueras de la ciudad, en el camino a Tyrnavos, visite el monumento de Hipócrates, el padre de la medicina, donde se descubrió la tumba del gran científico en 1826
Cerca se encuentra el bullicioso centro comercial de Larissa, que se desarrolla en una extensa red de calles peatonales. El lugar se encuentra rodeado de una gran variedad de locales comerciales. Una visita al Museo Arqueológico o al Museo de Arte Histórico y Popular y la Biblioteca Municipal, no te dejarán indiferentes. También puedes recorrer la Galería de Arte Municipal y disfrutar de excelentes exposiciones de pintura y esculturas. Durante la noche, diferentes locales ofrecen conciertos musicales. Las obras teatrales del famoso Thessalian Theatre, también te puede sorprender con una gran puesta en escena de alguna importante obra. Una visita a Larisa te hará descubrir la vida nocturna de la ciudad en sus numerosos bares, clubes nocturnos y escenas musicales interesantes.
La ciudad ofrece diferentes lugares donde probar la cocina tradicional de Tesalia. Una gran variedad de deliciosos platos de carne, una colección de los mejores quesos griegos, vino y thessaliko tsipouro (tripouro de Tesalia) se sirven en las tabernas y mezedopoleia (donde se sirve una amplia variedad de mezedes, pequeños platos de comida ). Se puede hacer un alto y disfrutar de los distintos tipos de cafés que se ofrecen en los cafés modernos de la ciudad.